Todos sabemos lo típico: «no fumes», «come bien», «haz ejercicio», «duerme lo suficiente». Claro, suena simple, pero la realidad es un poco más complicada, ¿verdad? A medida que vamos sumando años, especialmente cuando nos acercamos a los 45, las cosas ya no son tan fáciles como cuando teníamos 20. Las personas que han llegado a esta edad suelen tener sus metas claras y, en general, saben lo que quieren, pero hay detalles que no siempre se tienen en cuenta: tu cuerpo empieza a cambiar, pierdes masa muscular, consume más calorías de las que quemas, y las hormonas ya no son lo que eran. Por no mencionar que el cerebro y el corazón también comienzan a dar señales de que ya no tienen 20 años.
¿de qué depende todo esto? De cómo cuides tu cuerpo. Sí, aunque es verdad que uno puede perder peso a cualquier edad, a partir de los 45 se vuelve todo más complicado. El sedentarismo, las malas decisiones alimenticias y los cambios hormonales no ayudan mucho.
Muévete todos los días
Daryl Gioffre, un nutricionista, tiene una visión interesante: «Mucha gente piensa que hacer cambios saludables es abrumador porque intenta ser perfectos todo el tiempo». Y la verdad es que sí, ser perfecto es agotador. Pero según Gioffre, es mucho mejor hacer 10 minutos de ejercicio diario que matarte una hora solo una vez a la semana. Empieza por poco, y verás que no es tan difícil, y lo mejor es que te sentirás con ganas de seguir adelante.
Entrenamiento de fuerza: tu nuevo mejor amigo
Amy Gorin, otra experta en nutrición de Nueva York, sugiere que el entrenamiento de fuerza es clave para evitar que el metabolismo se ralentice con la edad. Con los años, tanto la masa muscular como la ósea disminuyen, y la flexibilidad y el equilibrio se ven afectados. No es un secreto que los estudios han demostrado que entrenar con pesas puede ayudarte a mantenerte móvil y, lo más importante, a ser independiente.
Carbohidratos, cuidado con ellos
Cuando somos más jóvenes, no solo nos preocupamos mucho por cosas como el cáncer o los problemas cardíacos, pero, sorpresa, a partir de los 40 el riesgo aumenta. Una buena idea es mantener bajo control los carbohidratos refinados, lo que puede ayudar a combatir la resistencia a la insulina y mantener estable el azúcar en sangre. ¡Ah, y no te olvides de las proteínas!
Algunos alimentos que te pueden echar una mano en esta etapa de la vida son los frutos rojos, los frutos secos, pescados con Omega 3, aceite de oliva, aguacates, tomates, calabazas y lentejas. Ya sabes, esos alimentos ricos en nutrientes que ayudarán a tu cuerpo a lidiar con el paso de los años.
Bebe con moderación
El alcohol, aunque tentador, también juega un papel importante en nuestra salud. Consumir grandes cantidades durante mucho tiempo puede causar inflamación en el cuerpo. Así que, si quieres cuidar tu salud, lo ideal es beber con moderación. Para las mujeres, una bebida al día, y para los hombres, hasta dos. Y ojo, que una bebida significa un vaso pequeño de vino, un tercio de cerveza, o si prefieres licor, mejor sin refresco.
Caminar también cuenta
¿Te gusta caminar? Bueno, pues resulta que es una de las mejores formas de mantener activos los músculos y tener un gasto energético equilibrado. Es interesante, pero se necesita el doble de energía para caminar sobre los dedos de los pies que para aterrizar con el talón. Y si lo haces de puntillas, estarás trabajando menos tus músculos únicos (esos que van desde debajo de la rodilla hasta el talón). ¡Así que asegúrate de caminar bien y darle a tu cuerpo lo que necesita!